Hacía años ya que los astros no se alineaban para que coincidiésemos mi hermano Javier y yo por casa. Como estas oportunidades hay que aprovecharlas como es debido retomamos las andanzas de las aperturas, esas que tanto nos llenan. Esta vez con la compañía de David Iglesias nos dirigimos a la cara sur de la Peña del León de nuestra querida Sierra de Cantabria. Fue en esta misma pared donde en 2011 abrimos nuestra primera vía, la Luna de Enero, un impresionante pilar de caliza excelente, que a pesar de nuestros intentos por animar a la gente a que la repitiese ha permanecido prácticamente sin tocar. Por otra parte, la combinación de Luna de Enero y ahora, de Bella Ciao, con las vías de los conglomerados inferiores, son unas de las escaladas más largas de Euskadi (más de 400 metros) de goce y disfrute, cuyo relato puedes leer aquí.
A escasos 80 metros a la derecha de Luna de Enero teníamos fichada otra línea, un homenaje a la «resistencia» de la roca que permanece virgen en aquellos lugares donde la aproximación se aleja de la comodidad, -de ahí el nombre de la canción partisana «Bella Ciao». Por ello, decidimos dejar el taladro en casa bajo la idea de que si la roca tiene que resistir que lo haga sin perforaciones. Animados por una calidad de roca sorprendente vamos subiendo en libre, descubriendo los regalos que la erosión nos brinda: un puente de roca por aquí, un tridedo perfecto para fisureros por allá, una fisura para friends grandes más adelante y para medio día ya estamos por la mitad de la pared. De momento, un pitón en la primera reunión y algún puente de roca son nuestras concesiones particulares en ese juego que es abrir una vía.
El sol de octubre, más propio de agosto que de estas fechas nos pega bien y de vez en cuando tenemos que parar a quitarnos los gatos y soltar los codos. Los primeros calambres del día nos reciben cuando abrimos el último largo, una sorpresa de agujeros verticales y puentes de roca, que ponen la guinda a una bonita vía de autoprotección. ¡Qué la resistencia de la roca continúe!


Abriendo el segundo largo de Bella Ciao, lazando un puente de roca


Don Fern – DO Vertical Stone., leo tu detallada aventura abriendo un nuevo camino TO PÁ RIVA, casi a arrasar una nube… Leerte despierta en mi el recuerdo que tengo de estar cara a cara ante estas formidables formaciones en piedra, en China, India, Nepal, Pakistan, Reino de Sikim, Bután, etc… y desde abajo, ser abrazado por el ELOCUENTE SILENCIO que reina en estos sitios. Big hug, Plino.
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